Sedación paliativa. Fisterra
La sedación paliativa consiste en la administración deliberada de fármacos, en las dosis y combinaciones requeridas, para reducir la conciencia de un paciente con enfermedad avanzada o terminal, tanto como sea preciso para aliviar adecuadamente uno o más síntomas refractarios, y con su consentimiento explícito (Verkerk M, 2007).
Sedación paliativa en la agonía o sedación en la agonía es la sedación paliativa que se utiliza cuando el paciente se encuentra en sus últimos días u horas de vida para aliviar un sufrimiento intenso. En esta situación la sedación debe ser continua y tan profunda como sea necesario para aliviar dicho sufrimiento (OMC/SECPAL, 2012).
Síntomas refractarios son aquellos síntomas que no responden a un tratamiento paliativo correcto e intensivo sin comprometer el estado de conciencia, aplicado por profesionales bien entrenados y capacitados en un periodo razonable de tiempo (De Graeff A, 2007; Cherny N, 2017).
En la situación terminal cualquier síntoma puede volverse refractario a todo tipo de tratamiento. De ellos los más frecuentes son: dolor, disnea, deterioro general manifiesto, sufrimiento psicológico intenso, delirium, hemorragia, náuseas y vómitos incoercibles y obstrucción intestinal (Fainsinger R, 2000; Rousseau P, 2005).